Hoy ha sido un día especial ya que he tenido mi primera sesión de fotos “profesional”. Papá y mamá me están tramitando mi pasaporte por lo que necesitaba unas fotos así que hemos ido a un laboratorio fotográfico para que me las hicieran.
Mamá he ha puesto muy guapa, una camisa azul y blanca con cuello para que se viera en la foto. Pues justo cuando estábamos esperando para hacerme la foto voy y vomito!!! Ja,ja, la cara de mamá era un poema!!!!
Al final, salvada la situación con las muy socorridas toallitas, allá que vamos a hacerme la foto.
Papá y mamá estaban convencidos de que me las harían tumbada sobre algún fondo blanco ya que aún soy muy pequeña y aunque ya mantengo la cabecita recta, la espalda es otra historia. Me cuesta estar sentada sin doblarme. Pues cuál ha sido la sorpresa cuando el señor de la tienda de fotos ha señalado una banqueta en la que ha dicho que me tenía que sentar.
Papá me ha mantenido las piernitas, yo me he concentrado todo lo que he podido y mamá, detrás no paraba de reírse y hacerme fotos.
Esto ha sido una pequeña muestra de mi primera sesión fotográfica “profesional”.
Al loro con la “cámara profesional” del fotógrafo, vaya tela!!!
Menuda cara de bestia que tengo!!!
Y ya cuando nos íbamos, a papá se le ha ocurrido que me vería muy bien en este panel montaje… si es que parezco monito de feria, no?
Besitos y arrumacos.
Martina fotogénica.
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