martes, 21 de febrero de 2012

Cuestión de pelos!

A veces las cosas más cotidianas son las que se nos pasan de largo. Parecería que siempre nací así de grande, que siempre hice los ruiditos que hago a la fecha o que siempre tuve esta preciosa melena que me cuelga ya por el cuello.



Pero no! Hubo un tiempo en el que era tan pequeña que mi papá podía cogerme con la palma de la mano y apenas le llegaba al codo. Tan bien hubo un tiempo en que ni me movía de la cuna al dormir y apenas lloraba. Y sí, también hubo un tiempo en el que tenía una cabeza muy, muy grande y prácticamente sin un solo pelo!!




Increíble pero cierto, cómo pasa el tiempo, ya en breve un año!!

Besitos y arrumacos.
Martina

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