Este fin de semana ha sido de los largos en México. El lunes fue festivo por lo que disfrutamos de 3 días de fiesta. Es tradición en México que el día 20 de noviembre se coloquen los pinos de Navidad en las casas.
No hace falta mencionar que hace semanas las tiendas ya ofrecen todo tipo de adornos y desde hace unos días han montado carpas donde se venden una gran variedad de pinos (pero eso os lo cuento en otro post).
Nosotros el sábado, y ya con la idea de preparar nuestro árbol, nos fuimos de excursión a Chignahuapan.
Chignahuapan es el fabricante número uno en el mundo de esferas navideñas. Los últimos dos años (y este también) el Vaticano ha encargado a este pequeño y mágico pueblo las esferas que decorarán sus Navidades.
El viaje fue toda una aventura, nos perdimos, recorrimos los más variopintos pueblos, nos desviaron campo través… bueno! de todo un poco, pero finalmente llegamos y mereció la pena. Las esferas que venden son preciosas, además de haber una gran variedad de diseños y colores.
Yo me lo pasé en grande. Me montaron en el carrito y allá que recorrimos la mega tienda.
Luego fuimos a comer a un sitio precioso, en medio de un barranco impresionante y ya por la tarde de vuelta a casa, eso sí, esta vez sin perdernos.
Ya tenemos las bolas, ahora nos falta el árbol.
Besitos y arrumacos.
Martina navideña.
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