Hoy quiero hacer una sugerencia a todos los fabricantes de productos de higiene para el bebé.
Es un hecho que cuando mamá nos baña y nos está secando, poniendo la cremita, el pañal, echando la colonia, peinándonos… a nosotros lo que realmente nos pasa por la cabeza es cómo podemos hacer para llegar hasta la cesta en la que están todos esos llamativos productos.
Porque es cierto que tenemos muchos juguetes pero más cierto es que nos interesa SIEMPRE aquello que no nos dejan coger, dígase: frasco de colonia, crema para el culito, cepillo, crema para el cuerpo. Por eso nos estiramos, nos volteamos, alargamos manos y pies con el único objetivo de poder llegar hasta ellos.
Hay ocasiones en las que mamá está más despistada que otras y zas!!! nos hacemos con la crema, pero poco dura el momento, enseguida llega mamá y fin de la diversión.
Por eso desde aquí reivindico tubitos de crema en materiales flexibles y con bordes redondeados (sin esas feas esquinas que son las que preocupan a mamá), frascos de crema más herméticos, botes de colonia más blanditos (y no de cristal) que no nos golpeen la cara al intentar sostenerlos con nuestros manos, peines con mangos más gruesos para que no nos quepa con tanta facilidad en la boca, botecitos de bastoncillos al estilo sonajero, que no podamos abrirlos pero que al moverlos hagan ruiditos, cremas sin sistema “expendedor” ya que nada más tocarlo acabas bien pegajoso.
¡Qué les costaría hacer productos que además nos sirvieran para jugar con ellos y así evitar que mamá tuviera que tener 6 ojos!
Bueno, ahí queda eso.
Besitos y arrumacos.
Martina
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