El viernes me desperté sintiéndome un poco rara. No tenía hambre y no me encontraba cómoda ni en la cuna ni en la hamaquita, solo quería estar en brazos de mamá. Además, tenía mucho sueño y los ojos me lloraban todo el rato.
Mamá me pasó un aparato que se llama termómetro por la sien y me dijo que tenía fiebre, por eso me encontraba así. Me dio unas gotitas que sabían a uva y enseguida me quedé dormida. Estuve dormida mucho rato. Ni siquiera me quise tomar la papilla que me preparó mamá.
Besitos y arrumacos.
Martina
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